COCOPERRO

Había una vez una señora que me regaló un perro. Yo dije que sí. Cuando llegué a la casa dijo mi papá que no quería perro y yo fui a tirarlo pero me persiguió, pero mi papá no había visto el perro y yo me metí en mi cuarto. La señora me lo dio tapado de la cabeza, nomás los ojos y la nariz se veían. Cuando le quité el trapo tenía la cabeza de perro y el cuerpo de cocodrilo.

Cuando mi papá lo vio dijo que para qué lo quería, yo pensé que sería para cuidar la casa, para tenerle miedo los ladrones. Cuando creció no cabía en mi cuarto ni en la cama. Lo fui a dejar a un lugar perfecto, lo visité cada día para darle comida. Un día me dijeron que estaba muerto y lloré dos días, y mi hermano tenía otro perro normal y me encariñé y ahora tiene casi tres años.

José Alberto Sánchez Grijalva, 4 “A”, Esc. Elisa W. de Beraud. Hermosillo, Son. Profra. Leticia Acuña

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